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Reportaje


¿Quién fue su primer lector?

Si me remito al primer cuento de ficción formal que escribí, El hincha por la ventana, los primeros lectores fueron Luis Mario Beto Hourcade, mi socio por aquellas épocas y mi esposa Marianela Guala.
En la prehistoria escribí mucho sobre mi adolescencia y sobre el viaje a Europa que hice en el 84 con Derecho 80 (grupo de viaje). Casi todos los que leyeron esos papeles eran personas involucradas, muchas veces personajes de las historias, y mezclaban el cariño con los comentarios (algo que, por suerte, ocurre frecuentemente).
Hubo una prehistoria de la prehistoria. Mi madre me confesó, mucho tiempo después, que en mi época de liceo, revisaba la papelera y rescataba alguna cosa escrita, cosas que, por supuesto y por suerte, extravió. Es algo que solo puede perdonársele, y agradecérsele, a una madre.
Y allá por el 76 escribí algunas cosas que querían ser poemas, en un cuaderno pequeño, que quedó en poder de mi amiga Silvia Alvariza. Hace relativamente poco, me preguntó si lo quería. Me negué terminantemente. Releer esas cosas me causaría un profundo miedo.

¿Cuales fueron los primeros comentarios?

Beto lo leyó y me dijo "está bueno". El mejor síntoma fue que, un par de días después, me lo pidió nuevamente y me dijo "está bueno en serio". El juicio de Marianela fue más terminante: "no está mal pero es muy largo"
El hincha por la ventana ganó el primer premio en el Concurso Pelota de papel, cuentos del fútbol, organizado por Editorial Santillana y Fundación Bank Boston, entre más de doscientos cuentos y posteriormente fue incluido en el libro Pelota de papel (Aguilar).
Es una suerte que las esposas de los concursantes, tengan prohibido formar parte del jurado.

¿Conserva algún rasgo de aquella escritura?

A mi me da ilusión, y también un poco de angustia, sentir que ese cuento es uno de los mejores que escribí. Creo que muchas cosas permanecen: las ganas, la sorpresa de todo lo que uno larga cuando escribe. Cómo, de algo mínimo, surge la idea central, el núcleo del relato. Pero ha cambiado la rigurosidad.
Para ello ha sido fundamental los tres años de taller con Claudia Amengual. Desarmar con ella , varios de mis textos, estudiarlos, discutir posibles cambios, corregirlos para finalmente rearmarlos, ha sido de las tareas más placenteras que he llevado a cabo en mi vida y un aprendizaje formidable. También el grupo de los lunes de El lobizón me ha enriquecido en ese intercambio constante de experiencias y lecturas, en suma, de vida.
Siete años atrás, cuando comencé, escribir no dejaba de ser un juego. Hoy es una profesión que trato de hacer, como todo en la vida, lo mejor posible.
Me gusta pensar que, dentro de lo que escribo, está lo mejor que puedo dar. Si es así, cuando termino un cuento, soy un tipo un poco más feliz.

¿Qué está leyendo en este momento?

Acabo de empezar El libro de los amores ridículos de Kundera y apenas estoy saliendo de los furores creativos que me aportaron dos libros de Richard Ford: Pecados sin cuento e Incendios.

¿Qué autores tuvieron más importancia en su formación?

En el comienzo fue Osvaldo Soriano. Me enseñó que uno puede escribir solo de aquello que realmente conoce a través de su corazón y forma parte de su vida. Desde ahí, desde ese pedazo de realidad donde apoyarse, uno puede saltar hacia cualquier lado, hacia donde la ficción lo lleve, hacia donde se anime.
Gabriel García Márquez, un escritor monumental que aún en sus obras más olvidables, me conquista. Con él hice todo un proceso de crecimiento y aprendizaje en la adolescencia que aún perdura.
Tuve otra etapa en que intenté, sin confesármelo, copiar alguna cosa de Jorge Luis Borges. Hasta que leí una sentencia perfecta de Soriano: "a Borges solo se puede admirarlo, nunca tomarlo como referencia" y me di cuenta que hasta plagiarlo, es imposible.
Los cuentos de Cortázar. Alguien (un tal Alfredo Valdez) me dijo una vez que a Cortázar, más que juzgarlo, se lo quiere. Yo descubrí a un cuentista formidable y esa influencia se nota mucho en los cuentos que componen "Canciones de otoño", mi primer libro. Finalmente, por nombrar algunos como influencias explícitas Raymond Carver y Richard Ford. Pero todo lo que uno lee se va escondiendo, sin que uno se de cuenta, en lo que escribe.

¿Tiene amigos escritores? ¿ quienes son?

Claudia Amengual, a quién tanto debo. Mis compañeros del taller del Colegio de Abogados (denominada con justeza la banda forajida), con los que fuimos aprendiendo el oficio y a querernos.
La casualidad, y algo de desparpajo, me hizo conocer a Hugo Fontana con quién he entablado una tardía y fraterna amistad. A través suyo conocí a Víctor Cunha, Guillermo Álvarez Castro, Álvaro Ojeda y Sergio Villaverde, integrantes, entre otros, del grupo lunético (porque nos juntamos los lunes) de El Lobizón. Uno siente que cada lunes se va de ese lugar con un poco más de sabiduría (sin hablar del alcohol).
Podría mencionar a la escritora Mercedes Rosende, pero con ella somos amigos de toda una vida. Qué ambos seamos escritores es tan solo una anécdota más de esa historia.

¿Cuales son sus personajes de ficción favoritos?

Los perdedores que para el mundo son "exitosos". Los perdedores a secas. Los que dudan y no tienen certezas. Los débiles y humanos. Esos, usualmente, son mis personajes.

¿Qué frase literaria cita con frecuencia?

"Tú no sos tus personajes, pero todos tus personajes son tú" Raymond Carver.

¿Cuales son los rasgos salientes de su estilo?

No lo sé. En algún momento me sentí muy influido por la literatura fantástica (Cortázar a la cabeza) pero luego creo haberme acercado más al "realismo sucio". Antes era bastante más explicativo en mis relatos. Alguien me comentó que parecía que me faltara confianza en el lector. Era al revés, tal vez no tuviera confianza en mí.
Intento, por todos los medios, que mis relatos sean amenos y que el lector, cuando empiece a leerlo, se meta de lleno en la historia, hasta el final

¿Cuál es la opinión sobre su literatura que más le molestó?

"No estamos interesados en publicar cuentos", "¿Cuándo vas a escribir una novela? Eso puede andar" "Por la crisis hemos limitado las publicaciones a autores conocidos" "No todavía no pudimos leerlo". También incluyo el silencio de alguna editorial que ni se molestó en contestar. Esas frases, esas actitudes, han sido lo peor que me ha pasado, lo más triste que le ha acontecido a mi literatura.
Agrego que alguien que me quiere una vez dijo de un cuento mío era "una bolsa de lugares comunes" (tal vez tuviera razón). Pero, tengo que ser justo, he recibido muy pocas críticas negativas de lo que escribo. Tal vez por eso recuerde esa frase.
Las otras "habladurías del mundo" las que ocurren a nuestras espaldas, esas no cuentan. Mueren por ahí, antes de llegarme.

¿Cómo escribe, lápiz, computadora, máquina, etc?

Si no existiera la computadora, dificulto de que yo pudiera ser escritor. Más aún de la forma en que yo escribo (corrección, corrección, corrección)

¿Qué condiciones necesita para escribir?

Necesito pocas cosas: una computadora y algo de paz (si es mi estudio que queda al fondo de mi casa, mejor). Me gusta escribir con música, pero todo lo que hago me gusta hacerlo con música.
He escrito en condiciones algo precarias. Con gente hablándome de otros temas, con mis hijos pelándose por la televisión al lado mío (la segunda computadora está ubicada en el dormitorio de Agustín, en esa usualmente hago la primera versión del cuento), con la tele o la radio prendida. Eso sí, cuando me meto en una historia me voy de donde estoy y caigo en ella. Eso me pasa no solo cuando escribo, sino cuando la estoy pensando.
Cuando escribía Socios, primer cuento de Canciones de otoño, pensando el desenlace de la historia, crucé dos semáforos en rojo. Llegué a mi casa y sin importar las condiciones, terminé el cuento, un poco en defensa propia.
En una época me gustaba escribir de noche. Incluso en algunas vacaciones, luego del segundo o tercer whisky, como que se encendía la sensibilidad y me tiraba a desarrollar una idea. De mañana, cuando lo releía, recordaba lo que había dicho un escritor : "al releer las genialidades que había escrito la noche anterior luego de tomar alguna buena bebida constataba dos cosas: que lo que había escrito no era para nada genial y que convendría que dejara de beber":

¿Cuales son las etapas del trabajo hasta llegar al texto definitivo?

Primero la idea, el punto, la circunstancia que hace nacer la historia. Puede ser también la catarsis que uno necesita. Luego de que esa primaria idea, en estado larvario, nace, viene la etapa de la masticación y maduración. Durante días la idea anda por ahí y nos ataca en los lugares más imprevistos: esperando por una audiencia judicial, antes de dormirnos, manejando, en medio de un partido aburrido, caminando por la ciudad vieja, etc. La idea va cambiando y también puede ser desechada. En este caso el proceso termina aquí pero si no es así pasa a la tercera etapa.
La tercera etapa es sentarnos frente a la computadora, elegir el tono (que parece que sale solo, que proviene de la etapa de maduración y masticación, pero no es así) quién va a ser el relator, como va a ser el formato primario de la historia. Escribimos las primeras líneas y, usualmente, nos parecen horribles. Las damos vuelta hasta que nos despierte cierto sentimiento, algo que se aleje de la vergüenza.
Luego vienen las etapas del cuento. Uno, usualmente, tiene el final (o al menos la sospecha del mismo) y va relatando el desarrollo de la historia. Usualmente no releo lo que escribo hasta que termino la primera versión. Voy escribiendo por partes (ahí si leo y releo) pero cada vez que termino un trozo de la historia lo dejo imaginando la continuación en mini-etapas de masticación-maduración de cómo va creciendo la historia.
Finalmente al terminar la primera versión la leo y releo varias veces. La última corrección, de esta primera etapa, siempre es en papel y uno se asusta de todo lo que se le escapó. Ahí uno se lo manda a los dos o tres lectores privados. Recibe sus mails con opiniones, consejos, correcciones, etc.
Sale la segunda versión con esos elementos.
Después viene la etapa freezer: un par de semanas en el congelador para intentar olvidar la historia. Luego la lectura (donde pasamos a ser casi un lector que se ha distanciado un poco de la obra) nueva corrección, tal vez nuevos envíos, nuevas lecturas hasta que se entiende que el mismo ya tiene la forma que en nada se parece a aquella idea (o tal vez en algo) pero que salió así.
Ah y se lo sigue corrigiendo siempre. Borges decía que se publica para dejar de corregir un texto.
¿Complicado? ¡Nooo! Pero si alguno conoce otra forma más sencilla, le ruego que me avise. Le estaré eternamente agradecido.

¿Qué está escribiendo en este momento?

Este año escribí dos cuentos Buenos Aires y Perro devora perro. Fueron escritos en los dos últimos meses. Tengo algunas ideas, muy vagas, en etapa de maduración-masticación. Veremos que pasa. Ah y una novela -que Hugo Fontana tuvo la osadía de anunciar en el prólogo de "Canciones de otoño"- cercana al naufragio o a la transformación en algo diferente.

¿Cuál es el libro que le hubiera gustado escribir?

Muchos. Ejemplos: como novela El amor en los tiempos del cólera de García Márquez o la mencionada Incendios de Richard Ford . Tan diferentes y tan geniales ambas. Como cuento El elefante de Raymond Carver. Pero la lista sería interminable.

¿Qué medios lee, que programas escucha, cuales ve?

De vez en cuando (muy de vez en cuando) Búsqueda y Rolling Stones. Leo los títulos de los diarios por internet y consulto alguno de los portales de noticias (p.ej. montevideo.com.uy)
Escucho radio El Espectador casi todo el día (creo que si en mi casa arrancan la perilla de sintonía, nadie se entera) salvo cuando hay fútbol que uno recae siempre en Toto Da Silveira. Ningún programa de televisión en particular. Salvo cuando estamos en temporada de Los Soprano. En esos tiempos es mejor que nadie se acerque a hablarme mientras estoy frente a la tele. Lo ignoraré y recibirá algún callado odio.

¿ Quién merece un monumento en este país?

Los que sobrevivieron la crisis del 2002.

¿Cuál es el rasgo principal del ser oriental?

La desconfianza, la garroneada, la tranquilidad, ser bastante buenos tipos.

¿Cuál es la frase que hubiese deseado hacerla Ud?

La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otras cosas. John Lennon.

¿ Quién es más importante en su vida Artime o Cortázar?

¿Por qué elegir? Harían una excelente doble punta salvo por el hecho de que Cortázar odiaba el fútbol.
Si releo La noche boca arriba, diría "ah, no, claro, es esto lo que me causa más placer..." pero por ahí se me mete el segundo gol de Artime contra Estudiantes ("la toma Cubilla, escapa el hábil puntero.." en la voz de Solé, inmortalizado en Hermano te estoy hablando) y el botija que fui me susurra "¡dejate de joder con ese belga!".
Artime cambió la historia de mi niñez (los odiados sesenta manyas se evaporaron con la máquina del 71), me enseño alegrías nuevas y desconocidas.
Así que uno tiene que ser agradecido ¡qué caramba!

¿En qué época le hubiera gustado vivir?

En ésta. Tal vez con una leve licencia que me otorgara el permiso para haber estado en Woodstock. Pero, pensándolo bien, eso significaría agregar cinco o seis años a mi edad. Así que mejor lo dejamos así. Siempre está la película.

¿Cuál es su chiste predilecto?

No se me ocurre ninguno, al menos publicable.

¿Cuál es su música predilecta?

El rock (pop, folk, etc) de fines de los sesenta y primera mitad de los setenta. Esa música es la impronta de todo lo que vino después. Entre otros grupos: Beatles, Pink Floyd, Jethro Tull y Crosby, Stills, Nash and Young. Solistas: Cat Stevens, Tom Waits, James Taylor, Elton John, Paul Simon. Pero escucho de todo. Me cuelgo con Coldplay y, por ejemplo, hoy no me puedo olvidar de sacar entradas para La Vela Puerca porque si no vamos, mi hijo me defenestra.

¿En qué ocupa su ocio?

Como diría mi hermano ¡qué invento el ocio! Me gusta leer, escuchar música, charlar con amigos/as, comer, jugar al fútbol, ver fútbol, cine, televisión, beber alguna cosa ¡qué se yo!
No soy muy original pero rara vez me aburro cuando estoy descansando. Espero las vacaciones casi con la misma ansiedad que cuando era chico.

¿Qué película vió varias veces?

El récord lo ostenta El graduado, la que debo haber visto unas seis veces en cine. No cuento La noche de las narices frías -andarían parejo- porque la vi de niño (y de adulto en video con mis hijos pero ahí se había transformado en 101 Dálmatas). Hay muchas que las he visto varias veces en video o cable: Cinema Paradiso, Sueños de libertad, y todas las de Woody Allen, varias de las cuales las tengo grabadas. Aunque no la vi tantas veces, La familia junto a El graduado son las películas más grandiosas que vi.

¿De qué vive?

Del dinero, como todo el mundo. Siendo más específico soy abogado en mi otra profesión. El abogado se lleva bien con el escritor. Sobre todo en este año en el que el segundo, con algunos premios literarios en metálico, ha subvencionado al primero.

¿Qué relación tiene con el dinero?

Conflictiva, como todo el mundo. Pero me alegra, y hasta me de cierto orgullo, el ganar lo suficiente como para tener una vida digna con mi familia. Que en este país, y en mi situación, es lo máximo que se puede esperar.

¿Cómo imagina su momento perfecto?

Varios. Ejemplos: Sábado, 8:30 o 9:00 de la mañana, buen libro, mate pronto y todo el mundo en mi casa dormido. Si hay una leve lluvia afuera, mejor.
Otro: primer día de vacaciones, llegás a la casita que alquilaste. Dejás las cosas y te vas a caminar por la playa (es de tarde). No hay mucho sol y hay un obsceno olor a mar en la brisa que te pega en la cara. Sonreís, ya con la angustia de saber que ese momento, como todos, se irá.
Otro: tu hijo/a viene y sin motivo aparente, te abraza fuerte y apenas se le escapa un "te quiero"
Otro: El Loco y el Lucho abrazados luego del tercer gol que dio vuelta el partido (perdón)
Otro: un amigo del alma te llama y te cuenta que en el IPA, están estudiando un cuento tuyo.
Otro: viernes de mañana, recibís una llamada de Banda Oriental avisando que ganaste el concurso Narradores de la Banda Oriental, justo en el momento en que pensabas "¿para que mongo pierdo el tiempo escribiendo?"

¿Qué le produce más vergüenza?

No lo sé, los falsos tímidos como yo, tenemos múltiples motivos para avergonzarnos. Pero también la habilidad para ocultar esa vergüenza, hasta de nosotros mismos.

¿A qué le teme?

A cualquier cosa que les pueda pasar a mis hijos Agustín y María Clara.

¿De qué se arrepiente?

Ya lo he dicho: por suerte no padezco de grandes arrepentimientos en la vida. Haría básicamente lo mismo, si tuviera oportunidad.

¿A quién desprecia?

A quién maltrata a un niño. Más que desprecio me produce un profundo odio.

¿Qué detesta por encima de todo?

A los mencionados en la pregunta anterior, antes que nada. Además la envidia, la mediocridad, los ventajeros, los malos tipos/as.

¿Para qué sirve un escritor?

Buena pregunta.

Sección de Semanario "El Pueblo", a cargo de Alfredo Valdez

Luis Fernando Iglesias